
Objetivo terapéutico
Los macrólidos son una clase de antibióticos ampliamente utilizados en el tratamiento de infecciones respiratorias, infecciones de piel y tejidos blandos, y enfermedades de transmisión sexual. Su mecanismo de acción principal es la inhibición de la síntesis proteica bacteriana, lo que les permite actuar como agentes bacteriostáticos y, en algunos casos, bactericidas. Son particularmente efectivos contra bacterias Gram-positivas y algunos patógenos Gram-negativos.
Contexto fisiológico
El mecanismo de acción de los macrólidos se centra en la inhibición de la síntesis proteica en las bacterias. Se unen a la subunidad 50S del ribosoma bacteriano, bloqueando la translocación del ARNt desde el sitio A al sitio P, lo que impide la elongación de la cadena polipeptídica. Esta interrupción en la síntesis de proteínas conduce a la producción de proteínas defectuosas o incompletas, lo que resulta en la inhibición del crecimiento bacteriano (efecto bacteriostático) o en la muerte celular (efecto bactericida) en algunas bacterias.
Medicamentos
Medicamento | Uso clínico |
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Eritromicina Oral: 500 mg cada 6-12 horas | Infecciones respiratorias, infecciones de piel, ETS |
Claritromicina Oral: 250-500 mg cada 12 horas | Neumonía, bronquitis, erradicación de Helicobacter pylori |
Azitromicina Oral: 500 mg el primer día, luego 250 mg diarios | Infecciones respiratorias, faringitis, clamidia |
Roxitromicina Oral: 150 mg cada 12 horas | Infecciones respiratorias, infecciones de piel |
Telitromicina Oral: 800 mg cada 24 horas | Infecciones respiratorias causadas por cepas resistentes a eritromicina |
Farmacodinamia
Los macrólidos ejercen su acción al inhibir la síntesis de proteínas en las bacterias. Se unen a la subunidad 50S del ribosoma bacteriano, impidiendo la translocación del ARNt desde el sitio A al sitio P. Este bloqueo interfiere con la adición de nuevos aminoácidos a la cadena polipeptídica en crecimiento, impidiendo así la traducción del ARNm. Dependiendo de la concentración del fármaco y del tipo de bacteria, este mecanismo puede resultar en un efecto bacteriostático o bactericida.
Farmacocinética
- Absorción: Los macrólidos tienen buena absorción oral, aunque la presencia de alimentos puede afectar esta absorción, especialmente en el caso de la eritromicina y la azitromicina. La claritromicina, por el contrario, presenta una absorción mejorada en presencia de alimentos.
- Distribución: Se distribuyen ampliamente en los tejidos corporales, alcanzando altas concentraciones en pulmones, amígdalas, próstata y oído medio. La azitromicina, en particular, se acumula en los fagocitos, que la liberan en los sitios de infección.
- Metabolismo: La eritromicina y la telitromicina inhiben el citocromo P450, lo que puede llevar a interacciones con otros medicamentos metabolizados por esta vía. La claritromicina se metaboliza en el hígado para formar un metabolito activo.
- Excreción: La eritromicina y la azitromicina se excretan principalmente por la bilis, mientras que la claritromicina se elimina tanto por vía renal como hepática.
Mecanismo de acción
El mecanismo de acción de los macrólidos implica su unión a la subunidad 50S del ribosoma bacteriano, lo que impide la translocación del ARNt y, en consecuencia, la síntesis de proteínas. Esta acción bloquea la elongación de la cadena polipeptídica, resultando en un efecto bacteriostático o bactericida dependiendo de la concentración del fármaco y del tipo de bacteria.
Indicaciones
Los macrólidos están indicados para el tratamiento de:
- Infecciones respiratorias (como neumonía adquirida en la comunidad).
- Infecciones de piel y tejidos blandos.
- Infecciones de transmisión sexual (Chlamydia trachomatis).
- Erradicación de Helicobacter pylori en combinación con otros fármacos.
Contraindicaciones
Los macrólidos están contraindicados en pacientes con hipersensibilidad a estos fármacos. La telitromicina está contraindicada en pacientes con miastenia gravis debido al riesgo elevado de insuficiencia respiratoria. También se debe tener precaución en pacientes con trastornos hepáticos, ya que estos fármacos pueden exacerbar la hepatotoxicidad.
Reacciones adversas al medicamento (RAM)
Las RAM más comunes incluyen:
- Trastornos gastrointestinales: Diarrea, náuseas, vómitos, especialmente con la eritromicina.
- Ictericia colestásica (con eritromicina estolato).
- Ototoxicidad a dosis altas (eritromicina).
- Hepatotoxicidad (especialmente con telitromicina).
- Prolongación del intervalo QT, particularmente con claritromicina y telitromicina.
Interacciones
Los macrólidos, particularmente la eritromicina y la telitromicina, pueden interactuar con otros fármacos al inhibir el metabolismo de aquellos que se degradan a través del citocromo P450, aumentando el riesgo de toxicidad. Se deben evitar combinaciones con fármacos que prolongan el intervalo QT, como algunos antiarrítmicos y antipsicóticos.
Historia y curiosidades
Los macrólidos fueron descubiertos en la década de 1950, con la eritromicina como el primer representante de esta clase. Aislada del Streptomyces erythreus, la eritromicina marcó el comienzo de esta familia de antibióticos. Desde entonces, se han desarrollado macrólidos semisintéticos como la claritromicina y la azitromicina, que han mejorado el perfil farmacocinético y la eficacia clínica.
Formas comunes en las que los pacientes se refieren
Los pacientes suelen referirse a los macrólidos por sus nombres comerciales o abreviaciones, como «Z-Pak» para la azitromicina, «Biaxin» para la claritromicina, o simplemente como «antibióticos para la garganta» en el caso de la eritromicina.