
Objetivo terapéutico
Las sulfonamidas son una familia de antibióticos utilizados para tratar una amplia gama de infecciones bacterianas. Son especialmente eficaces en el tratamiento de infecciones del tracto urinario, infecciones respiratorias, infecciones gastrointestinales y algunas infecciones de la piel. Las sulfonamidas también se utilizan en la prevención y tratamiento de infecciones oportunistas en pacientes inmunocomprometidos, como los que padecen SIDA. Su objetivo terapéutico es inhibir la síntesis de ácido fólico bacteriano, lo que interfiere con la replicación y supervivencia de las bacterias.
Contexto fisiológico
El mecanismo de acción de las sulfonamidas se basa en su capacidad para inhibir la síntesis de ácido fólico, un componente esencial para la replicación del ADN y la síntesis de proteínas en las bacterias. Las sulfonamidas actúan como inhibidores competitivos de la enzima dihidropteroato sintasa, que cataliza la incorporación de ácido para-aminobenzoico (PABA) en el ácido dihidropteroico, un precursor del ácido fólico. Al inhibir esta enzima, las sulfonamidas impiden la formación de ácido fólico, lo que lleva a la detención del crecimiento bacteriano (efecto bacteriostático) y, en algunos casos, a la muerte celular (efecto bactericida).
Medicamentos
Medicamento | Uso clínico |
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Sulfametoxazol/trimetoprima Oral: 800 mg/160 mg cada 12 horas | Infecciones del tracto urinario, neumonía por Pneumocystis jirovecii |
Sulfadiazina Oral: 500-1000 mg cada 6 horas | Toxoplasmosis, infecciones del tracto urinario |
Sulfisoxazol Oral: 2-4 g al día en dosis divididas | Infecciones urinarias y respiratorias |
Sulfasalazina Oral: 500 mg cada 6-12 horas | Colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn |
Sulfacetamida Tópica: Aplicar 1-2 gotas en el ojo afectado 4-6 veces al día | Conjuntivitis bacteriana |
Farmacodinamia
Las sulfonamidas inhiben la síntesis de ácido fólico en las bacterias al actuar como antagonistas del ácido para-aminobenzoico (PABA). Al competir con el PABA por la enzima dihidropteroato sintasa, las sulfonamidas bloquean la formación de ácido dihidropteroico, un precursor esencial del ácido fólico. Esto impide la síntesis de nucleótidos y la replicación del ADN, lo que lleva a un efecto bacteriostático. En combinación con otros fármacos como la trimetoprima, que inhibe otra enzima en la vía del ácido fólico (dihidrofolato reductasa), el efecto puede ser bactericida.
Farmacocinética
- Absorción: Las sulfonamidas se absorben bien por vía oral, con una biodisponibilidad generalmente alta. También se pueden administrar tópicamente para tratar infecciones oculares.
- Distribución: Se distribuyen ampliamente en los tejidos y fluidos corporales, incluyendo el cerebro y el líquido cefalorraquídeo, lo que las hace útiles en infecciones del sistema nervioso central.
- Metabolismo: Las sulfonamidas se metabolizan en el hígado, principalmente a través de la acetilación. Los metabolitos pueden ser menos solubles, lo que puede contribuir al riesgo de cristaluria en la orina.
- Excreción: Se excretan principalmente por vía renal, tanto en forma de fármaco activo como de metabolitos. Es necesario ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia renal para evitar la toxicidad.
Mecanismo de acción
El mecanismo de acción de las sulfonamidas implica la inhibición de la síntesis de ácido fólico bacteriano. Esto se logra al competir con el PABA por la enzima dihidropteroato sintasa, lo que interfiere con la producción de nucleótidos y ADN bacteriano, inhibiendo el crecimiento bacteriano y, en combinación con otros fármacos, provocando la muerte celular.
Indicaciones
Las sulfonamidas están indicadas para el tratamiento de:
- Infecciones del tracto urinario.
- Infecciones respiratorias como la bronquitis.
- Infecciones gastrointestinales, como la colitis ulcerosa.
- Toxoplasmosis.
- Profilaxis y tratamiento de neumonía por Pneumocystis jirovecii en pacientes inmunocomprometidos.
Contraindicaciones
Las sulfonamidas están contraindicadas en pacientes con:
- Hipersensibilidad a las sulfonamidas.
- Anemia megaloblástica debida a deficiencia de ácido fólico.
- Insuficiencia renal o hepática grave.
- Embarazo y lactancia, debido al riesgo de kernicterus en el feto o recién nacido.
Reacciones adversas al medicamento (RAM)
Las principales RAM asociadas con las sulfonamidas incluyen:
- Reacciones alérgicas, como erupciones cutáneas, síndrome de Stevens-Johnson y necrolisis epidérmica tóxica.
- Cristaluria y nefrotoxicidad, especialmente en pacientes deshidratados.
- Anemia hemolítica en pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD).
- Agranulocitosis y trombocitopenia.
- Hepatotoxicidad y fotosensibilidad.
Interacciones
Las sulfonamidas pueden interactuar con:
- Anticoagulantes orales, potenciando su efecto y aumentando el riesgo de hemorragia.
- Hipoglucemiantes orales, aumentando el riesgo de hipoglucemia.
- Metotrexato, aumentando la toxicidad del mismo.
- Diuréticos tiazídicos y furosemida, aumentando el riesgo de reacciones adversas cutáneas.
Historia y curiosidades
Las sulfonamidas fueron los primeros antibióticos efectivos ampliamente utilizados antes del descubrimiento de la penicilina. La primera sulfonamida, el prontosil, fue desarrollada en la década de 1930 y marcó el inicio de la era moderna de los antibióticos. A pesar de su uso decreciente debido a la resistencia bacteriana y la disponibilidad de otros antibióticos, las sulfonamidas siguen siendo importantes en el tratamiento de ciertas infecciones específicas.
Formas comunes en las que los pacientes se refieren
Los pacientes suelen referirse a las sulfonamidas como «sulfas» o simplemente «antibióticos», sin distinguir entre los diferentes tipos. Algunos pacientes pueden reconocerlas por nombres comerciales como «Bactrim» o «Septrin» para la combinación de sulfametoxazol/trimetoprima.